-"No lo sabrás,
si no lo intentas."
Bramó el cielo con
un relámpago que
asustó a las nubes y
estas lloraron, sí,
se precipitaron
muy lentamente hacia
el mundo de los mortales,
los irreales.
Confuso está,
sin entender,
como el agua
que prende fuego o
la fusión de
agua con aceite.
Quien es se
entremezcla de pronto
con el rocío nocturno;
este lo enfría y
gota a gota,
le roba nostálgicos
suspiros y en su
respirar un aire más
esperanzado lo
seduce y aún así,
confuso está.
Consternado
escucha en el viento:
-"No lo entenderás,
si no lo vives."
Comprendiendo
el antiguo éter
que respiraban
los del Olimpo,
el susurro que
vida entrega y
muerte da.
Entendiendo,
existiendo,
meditando.
Eco a eco.
Sentir, vivir,
pensar, existir.
regalar sin pensar,
sin esperar.
Gota a gota.
-"Sí, eso es."
Puntualizó el
aprendiz del amor,
mientras se despertaba el sol
entre lágrimas,
acariciándolo,
acurrucándolo,
amándolo.