No sé por qué he de hacerme ilusiones
No sé por qué he de regar una flor ya marchita
Maldito el día en que entraste a mi vida
Y maldita mi vida el día en que entraste en ella
Y las palabras ya conocidas volvieron a brotar de tus labios;
Excusas, mentiras, justificaciones, y razones
A veces pienso que la razón no está de mi parte y digo:
¡Qué importa la lógica en el amor! ¡Qué importa el mundo!
Pero te conozco
Y supe desde el principio el final de la historia.
Aún así quise narrar el trágico final desalmado
En que tú entierras en mí tu cuchillo sin piedad
¡Patética tragedia ésta la que yo quiero contar!
Recuerdo que llegué tarde al día del reparto
Y me tocó la peor parte de la obra de teatro
Pareciera que mi masoquismo no tuviera límites
Y en realidad es así
Sufrir por un hombre es algo que no vale la pena
Así, prefiero morir
Y podría esperarte toda la noche
Imaginando que doblas a la esquina viniendo aquí
Soñándote llegando y pidiendo disculpas
Con una rosa en la manos y en la otra tu corazón
Aunque sé que es mentira
Porque conozco el final de esta historia
Y mi papel, el de la tonta ilusionada
Que espera eternamente un amor ya marchito