Hoy que inundado en la tristeza,
por el desespero de no verla;
quiero desaparecer entre el silencio
para escuchar su voz en el olvido;
para perderme en su mirada y, luego,
lentamente esconderme entre los sueños
para no morirme en esta nostalgia.
Ya si perdido entre los cielos
no encuentro la sonrisa,
prefiero morirme de tristezas,
y así no ahogar mi vida
en el mar de ruegos
que se llevó mis alegrías.
Llevo la nostalgia de mi vida,
que son recuerdos de una niña.