Se fueron de manos, de pies y de brazos
de espalda,
de pelvis,
de pecho se ataron.
Se reconocieron,
solidificaron;
se amarraron de alma. De amor estallaron.
Se fueron de boca:
¡Palabras que arañan!
que vuelan,
que incendian
que mojan,
que bailan,
entre las neuronas que estímulos sueltan
para que retuerza y duela la entraña.
Se fueron de cuadro,
saltaron el muro,
rompieron paredes,
quitaron seguros.
Y desaforados fueron forajidos
cabalgando juntos momentos prohibidos.