Gerardo Barbera

LOS DERROTADOS

"En ese momento empezó una batalla en el cielo..."

Los seres de la noche se ocultan

en el silencio de la lluvia solitaria.

son lamentos de almas anónimas,

los espíritus sin nombres...,sin rostros, sin luz.

 

"Miguel y sus ángeles

combatieron contra el Monstruo..."

Una lágrima oscura se aferra a la ventana,

todo cae, esa es la ley eterna,

el canto de la Bestia es la muerte,

en ese momento, al cerrar los ojos...,

el Monstruo tomará tu alma.

Ya no hay temor en su mirada,

lo que toca se desvanece como la nada,

la sangre de tu cuerpo es gris

si las garras de la Creatura se acerca,

no lo detendrá una simple oración,

ni el susurro de ninguna vieja,

ni la canción de cuna de la abuela muerta,

no hay espada iluminada que te salve,

el aliento del Amo te acecha,

está muy cerca, a tu lado,

llegará el momento y te atrapará,

lo sentirás en la esencia mutante

de tus razones y locuras,

no habrá rincón para esconderse,

está ahí, si abres los ojos, Él te verá.

 

"El Monstruo se defendía

apoyado en sus ángeles..."

La Bestia no está sola, busca a los suyos,

no hay niebla para fingir,

te llamará por tu nombre,

te transformarás, serás su propia imagen,

te negarás a seguir las huellas

y las cenizas de sus pasos.

Pensarás que es tu mente enferma,

que ese olor a rosas secas no existe,

tomarás algunas píldoras mágicas,

dormirás un rato; luego, le escucharás

en el silencio de la noche,

llegará el terror, dejarás la vida,

verás el rostro del Derrotado,

tú estabas con Él, no lo niegues.

 

"...pero no pudieron resistir,

y ya no hubo lugar para ellos en el cielo..."

¿Desde cuáno no sales de este cuarto?

¿Sientes miedo, verdad? No es para menos.

Tú puedes ver esos rostros, son tus amigos...

caminan entre la gente,

parecen personas comunes.

Tu puedes ver el engaño,

tus ojos nunca están quietos,

los Derrotados están en todas partes,

sienten odio, siempre están cansados,

no miran la luz de la luna,

el agua nunca apaga la sed,

siempre tienen calor,

huyen de la gente,

son como los caminos desolados,

ellos se conocen, se miran con tristeza.

La Bestia cuida de ellos,

los alimenta con el dolor

de todas las almas pecadoras,

como la tuya, como la mía.

Por eso tengo miedo y me encierro.

Ellos, los Derrotados, me buscan,

yo escucho sus voces lejanas,

ya están en el pasillo,

no entrarán,

no soy uno de ellos,

La Bestia no me conoce.

 

"Echaron, pues, al enorme Monstruo,

a la Serpiente antigua, al Diablo o Satanás,

lo echaron a la tierra y a sus ángeles con él..."

 

Siento que mi alma se transforma,

no necesito del aire para respirar,

la fiebre seca mi garganta,

las voces están del otro lado,

ahí, detrás de la luz,

veo la silueta de algunas alas,

alguien toca la puerta,

me encierro en el baño,

¡Noooo, eso no es mi cara!

en mi espalda cuelgan dos alas muertas,

mis ojos arden como el fuego,

todos esos seres están en mi cuarto,

son miles, demasiados....

los enfrento, miro fijamente,

ellos se inclina de rodilla,

todos me adoraban....

¡Yo soy ...La Ser...!

Buscaremos a Miguel y a los suyos,

la batalla no ha terminado.