Si por esos besos
de esa boca tuya
Dios me autorizara a dejar caer
yo me lanzaría
desde aquella estrella
blanca y transparente
que te vio nacer.
Si por esos ojos
de ese rostro tuyo
Dios me permitiera
ver flor en mujer
yo te arrancaría
esos dos capullos
y me bebería tu sangre de miel.
Si por esas cosas
raras de esta vida
Dios me quitara
tu presencia fiel
yo me moriría
al siguiente instante
para acompañarte
y estar junto a El.
Y si Dios quisiera que nada pasara
y nos esperara
un tiempo después
¿quien separaría
tu boca y la mía
tu cuerpo y mi cuerpo
tu piel con mi piel ?.
¡Ay! amada mía
yo sigo inspirado
y brotan mis versos de cientos en cien
y caigo rendido,
de fuego prendido,
desilachadito,
quemado a tus pies.