Beso violento del viento esclarecido,labios que como máquinas de ingeniería compleja trabajan, movimientos del músculo de lengua que mueves en boca ajena y la droga que refleja tu sonrisa embriagante.
Me llevas al hemisferio sicalíptico que nubla el razonamiento de constante pensar, la energía carnal y el sentimiento amatorio que descarga la sensualidad de tu cuerpo blanco, deja al desnudo la censurada excitación que provocas con tu figura de exageradas proporciones de amor.
Este frenesí de eros agigantado por el deseo y mis manos que se derriten y fraguan la intimidad del deseo que no proviene del corazón, me hacen temblar por las ganas de probar tu cuerpo, la sombra que cubre el advenimiento del cercano roce de nuestras carnes y mis manos que ahora no son controlables, te desalojan de esa ropa que estorba para dejar al desnudo la anatomía que es cubierta por mis labios y los trueques de exaltación.
La adrenalina que libero y las sabanas empapadas por el sudor, mis manos que se deslizan en tu abdomen y tu boca traviesa que juguetea. Toda la locura de unas mentes jóvenes que experimentan transformaciones por la locura que es momentánea que evoluciona en la cama.
Cuando todo termina, y el cadáver de las ganas que quedó tendido en el piso, junto a tus piernas que tambalean y mis pulmones que se esfuerzan, nos dejan rendidos en las almohadas sin ánimos a más nada.