Me levanté a la mañana
con sensación ganadora
sin motivo aparente
pero muy gata flora.
Me miré en el espejo
y pensé con silbido,
si yo fuera hombre
saldría conmigo!
Agarré la mochila,
salí de mi casa
y de un camión gritaron
“qué hace´ mamazaaaa!”
Me puse colorada,
pero qué está pasando?
sonreí avergonzada
y seguí caminando.
Subí al colectivo
los asientos ocupados,
me mordí un labio
y tres se liberaron.
Qué cosa más loca!
nunca antes visto,
se me subió el autoestima
(y yo no me resisto!)
Bajé del colectivo
a pagar los impuestos,
una fila inmensa
y ninguno apuesto!
Al señor del final
un ojo le guiñé
y como resultó
un poco avancé.
A un muchacho también
sonreí picarona
y gané ocho puestos
(me odió su señora!)
Pensé seriamente
que con tanto levante
tal vez el cajero...
si me hago la amante...
Pero mejor me contengo,
tampoco despilfarrar!
los encantos femeninos
con tal de no pagar.
Hechas las cuentas
me fui de paseo
y el que vendía claveles
me regaló un ramo entero.
Pasé por una obra,
los albañiles, decadentes,
pero en verdad para ellos
con ser mujer es suficiente.
Al final me cansé
y en un taxi me fui,
soy casado, soltó,
no me mires así.
El taxista me rechazó!
quién lo hubiera pensado!
pagué el viaje y terminé
mi día de seducción
descontrolado.