Eres un amor invisible
que me visita a cualquier hora del día,
sin importar compromisos ni voluntades.
Me persigues en tu necedad indomable,
Infatigable.
Me sensibilizas, me exaltas,
me exiges atención, me dominas.
Eres un amor invisible al fin.
¿Qué pretendes?
No te importa mi alma,
lo único que te interesa es tu calma,
tu éxtasis, tu llama.
Eres un amor invisible
pero jamás serás invencible.
Te prohíbo que regreses.
Olvídate de lo que de mi obtienes,
no soy un juguete, ni una cosa.
Soy tan sólo una mujer indulgente
que ha fingido perdón.