Jamás olvidare ese día/
En que mi vista resplandecía/
Aquella mujer que observe una vez/
Y pensar que ya no volveré a ver otra vez/
Fue alucinante y sorprendente/
Lo que su vestimenta de rojo ferviente/
la cual entorpeció mis sentidos/
Y abrió mi corazón a mil y un latidos/
Pero solo fue el marginal tiempo/
Que acabo con ese inspirante momento/
Con el que su belleza se borro de repente/
Lo único que me queda es un pulcro recuerdo en mi mente/