Sergio Jacobo "el poeta irreverente"

DIME POR QUÉ

 

 

Dime por qué he de encontrarte  siempre sola

como una hoja alejada por el viento,

¡porque sé que al buscarte…   me demora

la distancia igual que en el desierto!

 

Dime ´por qué me ves y no suspiras

-como yo al mirarte  en la distancia-

Si mi boca al sentirte ya destila

aquel beso  constelado de esperanza,

 

dime entonces, por qué te quiero tanto

si han pasado dos años… de esa historia;

si fue tu adiós, un sufragio, un  infarto,

una muerte cerebral casi una embolia.

 

¿Qué pequeño es el mundo? Y te encontré

ahí sola en esa banca y sin quebranto.

Dime  -quizá- por qué te reproché

si aún,  -amor- me sudaba entre las manos.

 

Dime por qué cuando te busco no te hallo

o cuando pienso en ti, casca mi empeño

y hoy te encontré ya sin pensarlo

y, me parece el despertar de un sueño.

 

A veces ni el mullido de la almohada

me aleja de tus brazos en que nido

porque tú sin ser mía, eres mi ara,

el último venero de un suspiro.

 

Dime por qué, la sed he apagado

con el recuerdo de tu labio tenue,

así quisiera apagar el fuego entonces

del calor que mi boca ya retiene.

 

Dime por qué el olvido no ha llegado

a mi puerta a tocar como un mendigo,

sin embargo al amor lo tengo a diario

muriendo de recuerdos y, de frío.