Tu...prohibido corazón que me extasías
en las redes de tu mente me deleito,
y en las sombras de la noche como ciénaga
al recordarte a mi lado, me desvelo.
Y me duele el pensar por un instante
que el aroma de tu aliento se me esfuma
Que no canten las alondras en mi pecho
por la ausencia de tus dedos en mi hechura.
Si te vas, me envolverá la noche.
La claridad del alba llorará amargura.
Si te vas, el destierro de mi pena sollozando
no verá jamás la luz de tu hermosura.
En el cielo borrarán su brillo las estrellas
si te pierdo en esta noche tan obscura.
En mi alma errante quedará una sombra
llorando eternamente en la negrura.
Tu...prohibido corazón, sé que me hieres.
Con el dardo en tu palabra me cautivas.
Déjame soñar la realidad de verte
aunque se pierda la esperanza en esta herida.