Cuando me canso de mi mundo
vengo a tus brazos a ocultarme,
y en lo triste de tu mirada
guardo el secreto de un amor:
un amor de niño,
ese que te ama,
que llora y sufre cuando te ausentas.
Ese niño no vive muy lejos de tí
y cuando te ve se muere.
Ama tu piel,
tu ser y encanto,
también te lleva muy en su mente,
te ama en la soledad y silencio,
aún en el frío invierno
y quiere ser tu presente.