Jesús Lantigua

LA VUELTA

 

 (Homenaje a Rafael Alberti)

  “Aunque no estaba la fuente,

la fuente siempre sonaba.

y el agua que no corría

volvió para darme agua.”

 

Regresé a mi Patria amada,

contemplando cada trazo

dibujado en el abrazo

del viento y la palma alada.

Se descorrió la mirada

sobre la calle y el puente.

Se me enterneció la frente,

en mi patio con orgullo,

y casi sentí un murmullo

aunque no estaba la fuente.

 

 Disfruté la voz hermosa

del sinsonte evocador,

vi a mi abuela en una flor

y la imaginé dichosa.

Se consternaba la rosa

con la gota que brotaba,

la mente sólo volaba

y recordé, como en sueños,

que jugando de pequeños

la fuente siempre sonaba.

 

Ya no brotaba aquel lirio

alrededor del rosal,

ni era un vaso de cristal

la compañía de un cirio.

No supe, ya, del delirio

del cachorro que corría.

Faltaba la gris baría

donde había una oscura huella,

extrañé la fuente aquella

y el agua que no corría.

 

 Pero del recuerdo traje

lo ultrajado por la ausencia

pudiendo ver su presencia

entre el lienzo de un celaje.

Fue conmoción el paisaje

de la mente que era fragua.

Se transfiguró la yagua

en el vientre de la aurora

y aquella fuente sonora

volvió para darme agua.