Cuando caiga la noche
preñada de estrellas
y la voz de un ángel
acaricie mis oídos.
Mis ojos sabrán
perdonar tu belleza.
Mis labios querrán
pronunciar este himno.
Cuando caiga la noche
y amanezca con tristeza
despojada de tu aire
buscaré mi camino.
Los espejos serán rotos,
las horas tejerán la tarde.
Y millones de recuerdos,
te velarán conmigo.