Porque has estado conmigo
en todos los tiempos,
en todos los lugares,
cuando he padecido,
cuando he caído
y cuando levanto mis manos
en señal de adoración
a Tú nombre y a tu inmenso amor...
A mi Dios,
porque no hay momento
que desde que te conocí
donde no haya despertado
pensando y sintiendo que debía
ese día, ser mejor para ti...
A mi Dios,
porque tus caminos
son tan perfectos, tan bellos,
porque a tu lado,
mi caminar por la vida,
es como caminar sobre el agua…
Aunque se presenten cosas raras,
y tenga miedo de hundirme,
tu presencia se hace aún más palpable,
y me das la mano, antes de que dude,
antes de que caiga,
porque aunque a veces parece difícil,
son más las veces que el ser tu hija
ha sido fácil...
Porque hoy mi vida, no es tan complicada,
no esta tan contaminada...
por eso y muchas otras cosas más,
exalto y levanto tu nombre en alto,
por eso llevo tu bandera
como carta de presentación
a todas partes,
por eso te he escrito este poema,
de agradecimiento y adoración,
¡Por eso TE AMO con todas las fuerzas
de mi corazón!
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©2012 Marcela Murillo
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