¡Oh seis meses de infinita sequia;/
La cual resguardo mi alma de agonía!/
Que son los cielos oscuros sin tus luceros; /
es una vida que me carcome con agujeros./
En mi tempestad mis sueños cautivan tu presencia;/
pero en mi despreciable realidad solo tengo reminiscencia./
Pero conllevo en mi melancolía hallada;/
La mejor memoria de verte en mi alma./
Tal vez no sea bueno vivir de los recuerdos;/
Pero en mi fructífero caso son mis bellos anhelos/.
Seguiré subsistiendo pensando en ti;/
Sabiendo que mi único y primer sentimiento lo exprese a ti./
¡No quise hacerte un poema si no una recapitulación/
De lo mucho que yo siento mi dulce ilusión! /
Que en mis grandes tragedias y alegrías;/
Yo siempre te tendré conmigo amada mía./