Hoy amor escribo esta carta,
es mi alma quien mueve
la pluma encendida por el deseo.
Que es insoportable ya el claustro
de pasión que alimenta tú recuerdo,
y que te espero bajo este cielo de nieve
con mi pleno aún tibio por tus besos.
En la hoguera que no caduca, sin permitir,
que tus entregas en jugo placentero
se marchiten en mis labios de pétalo.
Mi querido retorna con la urgencia en quema
con tu coraza de fuego y tú ballesta encendida,
pues mi cama tensa las noches
por contar los días en que las brasas
Incendien los cuatro extremos de mi gloria.
Te recuerdo y te deseo,
en mis horas apocalípticas en que muero
con mis manos entre montes fragosos
y tu gemido ausente.
Amor en la carta envío mis noches sin sueño
a ti pertenecen, cuando en los espasmos fatigados
queda mi mente en extravío,
pero siempre,
sin prórroga a ti es fiel mi destino.