Sin producir sensación alguna
que importune el instante del placer,
tú eres el humilde servidor
y te encargas del deseo fisiológico
y de la sed de las pasiones y los vicios
y entre arenas ebrias haces cálculos
para dar el dolor o la paz
que necesita el pensamiento
para extender las alas
y volar hacia la idea
o a las playas serenas
donde descansa la felicidad.
Efraín Gutiérrez Zambrano