Al seguir caminando en búsqueda del destino,
Mientras se cumple la orden, por hoy pedido,
Al ir tenso en el helicóptero, mente en blanco;
Músculos duros, rígidos, manos estremecidas,
Dedos enguantados y sudorosos, sueños duros,
Oraciones vertidas en corazones con adrenalina.
Heridas en el cuerpo aun no cicatrizadas, abierta,
De temores hoy más compenetrados, pesadilla,
Dudas clavadas hace poco, miedo de pasmarse,
En medio del combate, horror de sentir la carne,
De nuevo abrirse, florearse, su olor al quemarse,
Pánico ante la idea de no volver, fallecer al fin.
Ahora tener miedo a perder la vida, sin alegría,
Palabra empeñada, al pueblo ante Dios bendito,
De luchar a costa de un destino comprometido,
Pelear por la paz y tranquilidad, en bestialidad,
Por el crimen, que solo candelilla muy mezquina,
Los envía a bañar en sangre, a mi patria contrita.
Sin dudas vamos, aun sin pensar lo que dejamos,
Deseando que nuestra lucha no sea vana y perdida,
Que nuestra entrega solo sea valorada y alentada,
Por la familia dejada en nuestra espalda cimentada,
Que sus lágrimas y soledad acompañada nos alientan,
Que sus almas combaten a nuestro lado, sin vacilación.