Me abandonaste con
la alfombra puesta,
la TV encendida
en tu canal favorito.
Inscripciones en el refrigerador
acotaciones, despiadada cortesía.
El sillón sin coexistencia
mantiene la tibieza ausencia de
tu entidad mas de allá de
las luces tenues que ingresan sin
saber porque ni a quien irradiar.
Recuerdo momentos de insensibilidad
en la cama novísimo
momento del adiós.
Dejaste en la mesa ratona
aros desiguales, restos
de picadura de escorpiones y
migaja de vegetales alucinógenos.
El patio huele a ti,
a romero... a salvia blanca,
hay un toque de tomillo limón.
Tu arbusto ha de florecer en
cualquier momento, tal vez
vuelva por tu caudal estereoilogica...
Los detalles de tu cuerpo solo para mi...
En si, encierro
los calendarios en
círculos criptográficos
día tras días
cuentos cada jornada
vencida sin ti.
La esperanza se vende a muy alto precio.
Disipada y expiatoria...
Ya no cuenta más....me abandonaste
La cafetera no presume
tu reflejo detrás... y
recostado en la alfombra
a la luz de tu programa
preferido solo gemí.