La irremediable herida que se abre
tus besos que se impregnan cada día
¡y mi boca! Esta boca –tuya y mía-
Que se queda a llorar mi desventura…,
¿ya viste el arrebol que hay en tus ojos?
Y desgajan mil luces en mi pecho
al igual que mis besos se pierden en la herida
para supurar quizás
este dolor que emana.
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Sergio Jacobo “elpoetairreverente”