Alma al aire

Será lo que será

Por las calles del olvido,

amarrada a tu cintura

con un pensamiento vago

que en el aire aún pulula,

voy buscando los vestigios

de este amor que va naciendo,

voy dejando en el camino

todo aquello que no siento.

Con la mano en el bolsillo,

te lo digo y no te miento,

que no es el cruento frío

quien me roba el aliento,

son tus ojos de ladino,

es tu boca, es tu pelo,

los botones en el lino

que llaman a desprenderlos.

Me caigo, me subo,

de nuevo a otro comienzo

con el corazón henchido

y en el alma algún incienso,

te busco, te pienso,

en mis calles alejadas,

callejones que se cierran,

voy rompiendo alambradas.


Sí...

las romperás igual que yo?

Si...

me caigo, me levanto.


Cuando me siento muy sola

y arde la monotonía

me empapo de ilusiones

aunque sea una utopía,

te traigo algunas noches

y te suelto con el día

volándote en los versos

que a mi corazón inspiras.

Voy aprendiendo, sí,

voy esperando, no,

para qué quedarse quieto

si el sol se renovó,

voy buscando las canciones

que te lleven un suspiro,

voy silbando bien bajito

lo que siento si te miro.

Respiro, sonrío

a mi cara en el espejo,

en el cuello un dije fino

y en la mano un vino añejo.

Te tiro, un beso

apuntándolo hacia el cielo,

sabe Dios si llegará

al destino que yo quiero.


Sí...

me querrás igual que yo?

Si...

me caigo, me levanto.