Navegando en el mar de los recuerdos en busca de aquel puerto perdido entre los años,
Miré al horizonte y vi cómo de la nada se formaba ese todo,
Ese todo que anhelaba con el alma.
No me tomó mucho tiempo identificarlo,
Era ese oasis de palabras que tanto estaba soñando:
Palabras sinceras, palabras del alma, palabras que con tan solo al pensarlas sentía su cálido abrazo.
Sentí nostalgia.
Sentí tristeza al ver el pasado y al ver lo que me pasaba con el pasar de los años.
No pude hacer nada.
Así como llegaron se fueron marchando.
Una a una.
Sin dolor y sin reclamos.
Cargando entre sus letras el dolor de ser pasado y de desvanecerse una vez más en aquel mar tan agitado,
Pues tan solo eran palabras…
Ni hechos, ni acciones…
Solo palabras que también fantaseaban con ese tibio abrazo,
De una boca que las cobijara y de un alma que hablara desde la luz, no desde el engaño.
Y así nos marchamos.
Ellas en busca de su alma y yo en busca de mi puerto,
Soñando con el calor de aquel que quiera dar abrazos sinceros,
Y de alguna manera felices por habernos encontrado en ese mar de recuerdos.