El criminal no hace la belleza;
Él mismo es la auténtica belleza. Jean Paul Sartre
Misterioso desliz de matices,
De la sangre en un rojo acuarelado
Retrato de violencia programada,
Profanando la vida
Demencia que se mezcla con el granate
De la impiedad, que destruye la inocencia
Manos que se cierran barajando
El instrumento asesino
Llanto que no deja huella
porque lo borra el horror
Filtrados los sentidos y con el alma expuesta
Corre el rojo hiriente hasta las profundidades
de un vapor oscuro, que asfixia…
Y sin embargo tú, el hacedor, eres bello