Cuando solo me quede
un hálito de vida
y la voz se me quebre
en la esfera nocturnal por el lamento
lo siento...pronunciaré su nombre...
y cuando solo me quede
un destello de luz
que ilumine el momento
en que mis ojos se nublen
por el sueño de la penumbra eterna
para sabernos solos...lo siento
me miraré en sus ojos.
O cuando solo recuerde
los cálidos abrazos que dejaron su huella
he de soltar la carga de mi cruz de madero
extenderé mi mano y alcanzaré la suya
para llevarme apenas el calor de su cuerpo
al tacto mis dedos.