Mi sedienta boca, se saciaba
Con la luz de tu mirada
El candor de tu sonrisa
A mi alma cautivaba
No dejo que mi corazón claudicara
Le dio vida el rocío de tus besos
Calmando con ellos mis ansias
Refugiando en tus brazos mis espasmos
En la brisa divina que son tus labios
Fragmento en que se hacen mis ansias
Para cubrir con ellas todo tu cuerpo
Aferrándose a tus labios mis besos
Mientras tu mirada se asoma a mi alma
La noche dejo de ser fría
Con el calor que tu boca derrama
Cual brisa marina, posándose en tu cara.