Alvaro Maestre

El Regalo De La Noche

 


 

La noche infante profesa

su prólogo azucarado,

como un tiempo hechizado

con aviso de sorpresa.

Soledad igual tristeza

es lo que me ronda,

dentro, en el alma ahonda

recuerdos ignorantes de olvido

de tu amor que he vivido

y que dejó cosas bellas

como esas imborrables huellas

de tus palabras y escrituras

condena de días completos

de felicidad y repletos

de lejanías… para amarguras.

La noche es adolescente

y en su edad hace la entrega

de aquella duda que juega

con el corazón y la mente.

Como loca, va de frente

y trae el amor de esas horas

hermosas y arrasadoras

de el ayer…, hoy presentes.

Noche en adolescencia,

amiga y enemiga

porque hace que consiga

los aromas de tu esencia.

No estás, pero tu presencia

se mantiene y a su vez

con mayor fuerza se siente;

la noche, que no me miente,

prologa su madurez.

La noche se torna madura,

en sus años me regala

vacía presentación de una sala

sin comprensión… ni cordura.

El silente hace figura

para antes de envejecer

la noche en su estructura,

antes de morir deja segura

cuando despierte…

tu presencia… al amanecer…

 

 

Alviz Neleb

Noviembre 01 de 2011

10:58 a.m. - Martes