EL YO PASADO Y EL YO MODERNO
Al igual que antes no he cambiado la inocencia de mi pensamiento ni la docilidad ante las cosas que rigen la naturaleza. La timidez que antes poseía aun la poseo; pero ahora es menos expresiva. Aun oculto en mi, ese secreto virgen que para amar y ser amado se necesita. Mi mente ha expandido sus linderos; pero siento vibrar en mi, la ausencia de mis ojos que aun se pierden en el infinito.
Mantengo la curiosidad que siempre tuve por querer saber el porque de los sistemas autómatas y repetitivos que gobiernan nuestras vidas. Y vivo en una posición confusa que a veces no me permite distinguir, el tiempo que vivo y soy; y el yo que cambio y que fui.