Y me hechizabas
con idilios
que cantabas
fogosamente,
pero deseo
silencio ahora
en mi mente,
luego de tu adiós.
Pero estoy feliz,
sabes, si lo sabes,
tu tumba está
al lado de la mía
y hasta el final,
a media noche,
medio corazón
te llevaste,
pero una promesa
dejaste enterrada,
contrato de amor,
de dolor y pasión.
Un anillo crece
y renace con una
flor que se esparce
en nuestra tierra
que con un aroma impregna
a quien pase y lo
interna en un romance
juvenil y senil,
inspirando a amar,
una vez más.
"Hasta que la muerte nos separe."