Era dulce, yo la recuerdo ahora
Su voz sonaba como canto de gorrión.
Pero, un día, quiso el negro destino
Que se alejará como se aleja el sol.
Desde entonces, vago triste por el mundo
Solo tomando para ahogar mi dolor;
Para calmar,
Mis penas y quebrantos
Llevo conmigo una botella de licor.
Y así con copas
Mataré mi corazón.