Panes de azucar,
tus pechos vibran al acercar mis labios.
Tus pezones crudos, en prevención al beso,
se erizan a los lados
y recorro sus laderas
respirando la brisa de tus suspiros largos.
¿Para que las palabras?
si nos amamos tan solo con mirarnos.
Mi noche tormentosa
de truenos amorosos
y enamorados rayos
quiere encender la lava
de tus volcanes rosa
turgentes y tocayos.
Te besaré con ansias
con la sana intención
de estarlos provocando
para que vuelque el fuego
de gratitud serena
la cima de tu orgasmo.