Si acaso he de gritar
Cuando mis pesadillas
Han de reprocharme
Tus ausencias,
Entonces me aferrare
A los barrotes de tus olvidos
Para acicalar mis pobres angustias
Y mentirle al corazón de que vives aun
Eternamente muy profundo dentro de mí.
Si acaso he de despertarme
Con la soledad sobre mi pecho
Me repetiré hasta creédmelo
Que llegaras de sorpresa
Con mil besos para estos labios ávidos
Que no dejan desesperadamente
De llamarte cada amanecer.
Y si acaso ha de llegarme la muerte
Y la ingrata irrealidad de mi realidad
Me gritase a los oídos
Que nunca más volverás
Entonces pediría regalarme Dios
Aquel te amo que no volví a escuchar
Cuando en tus frenesís te hacia mía
Aquella noche acolchada de embriagadores
Perfumes de mujer enamorada...
Entonces partiría sin pedir nada más...