Una fuerza sobrehumana me hace amarte intensamente, las noches se convierten en tortura, no puedo arrancarte de mis pensamientos. Y como ave que se alza en vuelo, mi corazón quiere salir de mi pecho y proclamar a los cuatro vientos las seis letras de tu nombre. Tu belleza me hace delirar, y los cerrojos del alma ceden la inspiración producto de tu sublime y radiante hermosura. Es indescriptible lo que por ti siento, la eternidad es insuficiente par decirte cada día que te amo. Cuando no estás me siento vacío, me falta el aire, me asfixio, me ahogo en un mar de impaciencias. Soy navegante en los océanos de tu amor, me desplaza el dulce y melodioso viento de tu Suave voz. Y me duele la distancia que me separa de tu cariño, anhelo vencer la ansiedad embriagándome en tus labios y congelar el tiempo en un eterno beso. Tú, la inigualable, eres la portadora de mi felicidad, contigo deseo estar, a tu lado deseo morir. Y si algún día te perdiera, no encontraría la manera de cambiar la mala suerte. Y caminaré bajo las sombras del valle de la muerte, a dormir sin despertar.