Estaba la calaca sentada
observando a los estudiantes del Tec
hasta que vio a los de Química
y alegre dijo: “Aquí ya me acomodé”.
Deprimidos se encontraban los chicos
pues venían de Cálculo Vectorial,
resignados a que ni con sus rezos
en Mate cinco la podrían contar.
Llega imponiendo la huesuda
con su siniestra autoridad,
diciendo “Vengan no tengan miedo
sólo quiero un ratito platicar”.
¡Sólo eso les faltaba
para esa jornada arruinar más! ;
no llegar a la práctica de Laboratorio
ni a la exposición de Gestión de Calidad.
Pero recordaron las mil tareas
que encargó la de Electricidad,
y sin pensarlo dos veces le rogaron
que los llevará al atractivo más alla.
Huye, huye la muy cobarde,
pues la comenzaron a acosar
desde los chiquillos de primero
hasta los que la mitad del camino han de llevar.
Cuando al fin los perdió de vista
dijo agotada y sorprendida:
“¡Estos en lugar de muerte
lo que necesitan es una verdadera vida!”