Isaac Amenemope

APUÑANDO EL AGUA (sueños entre sueños)

Tus sueños provienen

 de una cavidad amurallada de estrellas

 y crecen a medida que se acercan.

 

 ¿Qué puedo saber yo de ellos

 excepto que se parecen a los míos?

 

 Deseos de vivir de convertir los compromisos.

 No estar más aquí

 sino a salvo de nosotros mismos.

 Poder salir

 pero sin utilizar mucho vehículo.

 

 Pareciera que no hay para dónde ir

 y que nos hallamos fuera del camino.

 

 ¡Que patada, que trastoque, que desatino!

 Pretender un solo corredor un solo destino.

 

 Si es que estás preso

 tan comprometido y envuelto contigo

 mirando de cerca el sutil fuego

 que quema las alas suspiro a suspiro.

 

 Si es que no podés volar

 ni cortarte con tijeras el ombligo

 cava rápido un túnel

 dentro de ti crea tu recorrido.

 

 Verás que el cielo es tan azul

 como negra la noche

 

 sentirás que la piel place por fuera

 y abrasa por dentro.

 Dirás ¡no puede ser!

 aquí también soy yo el que cocino.

 

 Si es que la similitud está en la sartén

 y la diferencia en los huevos con o sin tocino.

 

 Si es que la dualidad no está

 en hacerlo mal o bien

 sino en ser el que uno siempre ha sido.

 

 Cuánto tengo, ¿qué más puedo yo ofrecer?

 Quédense con todo pero déjenme la piel.

 Que bien quepo con ella por el agujero

 y una vez a salvo no importa

 se puede ya perder.

 

 Un buen día las cosas similares dejarán de ser

 háganse como se hagan

 con o sin huevos en la sartén.

 

 Un buen día todo empezará a correr

 y no tendrá sentido perseguirlo

 igual no se le volverá a ver.