Una y otra vez me pregunto:
"¿En qué lugar me esperas al borde del camino?
¿En qué rincón solitario extiendo
mis manos para ti?
Al oír tu llamada en el aire,
He recorrido presuroso por la hierba bañada por el rocío,
Tocada por la luz,
Y te he buscado entre la música ondulante
del agitado río.
Una y otra vez he oído tu llamada
Donde las nubes de muchos colores
Crean su mundo mágico
Donde las sombras juegan en el agua
Y arrulla el palomo en la rama del olivo.
Sonó tu llamada como si me buscara...
Pero mi mente no despierta de su letargo,
Ni yo corro a tu encuentro
Sino que me quedo en mi puerta consumido por la duda.
He oído tu llamada allí
Donde el hombre se encuentra humillado,
Donde la luz se extingue en el corazón de los afligidos,
Y el prisionero llora en su mazmora;
Donde los cimientos de piedra amenazan riuna,
Donde el fuego escondido hace temblar la tierra
Y los grilletes de los presos se hallan liberados por fín.