No deseo engañarla, amada mía, Ni deslumbrarla con estos versos.
Pretendo estricto, lineal y puro Explicarle los francos motivos para provocar un encuentro.
Primero, usted torna este banal y lánguido día en algo más soportable, no hablo de utopías ni recargados delirios.
Sino que bajo su mirada,
yo puedo despertar mi asombro por la vida…de nuevo
y cada haz de luz tiende a ser más hipnótico y fascinante.
Después, usted tiene el don de la transmutación,
Transforma lo trivial en anecdótico, Y me admite ser bajo sus ojos, lozanamente heroico
me permite mutar a mí, una y mil veces, en una versión cada vez mejor, cada vez mas lucida,
y así, al tomarla de la mano, me permite sentir realmente lograr sentir la minuciosa lluvia que roza nuestra piel.
Porque usted Transmuta dulcemente el dolor en ternura,
y hace de esta singular jornada, algo anecdótico.
Y en fin,
Usted no solo hace todo este trayecto mundano algo más soportable, Ni solamente, trasmuta los rigores y apariencias de la vida en arte y esencia.
Usted desgraciadamente me debilita, y despierta en mis dos grandes temores;
La brevedad de esta vida y el escaso tiempo que tengo para amarla.