Estrellitas mías, estrellitas del cielo,
Mis princesitas...
Solo ustedes y Dios saben, cuánto las quiero,
Mis niñas amadas, Son como dos luceros,
Inundan mi vida de grandes anhelos.
Mis princesitas amadas,
Son milagro en esta mi vida,
Siempre van de mi mano, cargadas de alegrias,
A veces juntas reimos y otras lloramos,
Vivir junto a ustedes no tiene precio.
Sus manitas me acarician y me consuelan,
Sus ojitos me dicen que necesitan,
Sus boquitas me cuentan,
Las miles travesuras que tienen en mente,
Mis niñas amadas, cuanto las quiero.
No hay día que no agradezca al Dios del cielo,
Por darme la dicha de tenerlas conmigo,
Él hizo el milagro en mi vida,
Me prestó estas dos estrellitas,
Para amar y cuidar, en esta tierra.
No soy madre perfecta, hago lo que puedo,
Mi señor desde el cielo me ilumina el sendero,
Pero tengo bien claro que la vida pasa a prisa,
Y un día crecerán y se irán de mi lado,
Hasta entonces, espero hacer bien el mandato.
Gracias Señor por este gran regalo,
Dame la sabiduría necesaria,
La paciencia y la perseverancia que necesito,
Para enseñarles un buen camino,
Si me he equivocado, no me excusó,
Pero nadie nació siendo padre ni madre en este mundo…