Alma al aire

Vencida

Me diste ganas de escribir

pero al pensarte se volaron

las palabras, las rimas,

los sonetos pre-armados

y ese par de sueños locos

que al verte se acercaron

a tus brazos protectores

y dormidos se quedaron.

 

Así que fui a buscarlos

sospechando la manera

de juntarlos uno a uno

y volver hasta mi cueva,

pero al verme sonreíste

y tus ojos me miraron,

yo quedé a ti prendada

y tus brazos y los sueños

suavemente me estrecharon.