No soy nada, sin tu mirada
aquella que me entregaba,
el amor en cada minuto
en cada espacio del tiempo,
y en cada orilla del alma...
Tu presencia de amor me arrullaba
sin tiempo que existiera
y sin horas que corrieran...
No soy nada, sin tu mirada
aquella que me amaba
y en su reflejo de luz tus ojos hablaban,
enseñándome todo el amor en su universo...
Que con solo una mirada,
alumbraba toda estrella
del firmamento de mi pecho,
tus ojos y los míos sabían
que no habría mas luz de estrella
reflejando de amor en los dos...