Pensando estás en voz alta.
Tu voz sobre mi voz hoy vigilante.
El tiempo queda en los quehaceres
de los hombres…
Solo cumple deberes,
sin expiar las culpas de nadie.
Tu, que has puesto la ternura en mí,
escucha la historia y no vendas tu alma
ante el impío traidor, adorador vacilante.
Algunos sin himno ni bandera
y no acaban de explicar
porqué estamos divididos,
tan llenos de resquicios o dobleces.
Navegantes dispersos, tesoro para otros.
Fueron calles y plazas,
luego astillas de odio solapadas.
Hoy los pájaros cantan
a puro sol, cemento o asfalto,
ensimismados, cubiertos de gloria sobre fuego.
Y corre la luz entre los dedos
corre la voz
corre el alma
corre mi amor por vos.
Hermoso es tener ilusiones,
y soñar que nos une el panorama.
El olor a tierra húmeda, mojada por el surco y la semilla.
En el mismo lugar va mi ternura.
La realidad produce miedo,
miedo a mirarla, miedo a perderla, miedo a tocarla,
pero soy tu patria y junto a tí como alfarero
Formaremos otra vez este linaje.
Tú como hijo
y yo como madre Patria.