Y llega la soledad en marejada,
abrazando mi cuerpo que te extraña,
arropado en la noche que se gana
tiñendo de oscuridad la sangre de mis plantas
Se destejen mis ansias, hilos al viento
los deseos mueren en el vientre desierto,
y estas manos inertes de caricias, hechas garras
vacías de unos dedos que se enlazan.
La garganta duele de palabras calladas,
La lengua se atraganta, seca la boca
ausente la saliva , de tus labios en retirada,
Y esta necesidad de vos , que nada calma.
Tu cuerpo esta noche es distancia que duele,
abrazando recuerdos de tus besos, caricias apasionadas
Tu voz es silencio, perpetua soledad de no tenerte,
a mi lado, dentro mío, en mi cama.