"Me molesta mucho un farsante, o cien o mil,/ que riendo de buena gana,/ quiera convencerme con su fusil/ o con lo falso de su sotana".
Estoy conforme con lo que soy,
aunque al lado de lo que pude ser
hay en realidad un gran abismo.
Pero he comprendido al fin hoy
que a la hora de empezar a creer,
debo creer primero en mí mismo.
Hay muchas cosas que nunca tuve
y otras tantas que jamás las hice,
muchas naciones que no visité...
Formas que no detallé en una nube,
algunas mujeres a las que no quise
y otras a las que con el alma amé.
Hay idiomas que yo nunca aprendí,
poemas que no llegaron a gustarme,
ropa que ni en sueños pensé ponerme,
presidentes a los que yo no elegí,
lujos que ni de viejo llegué a darme,
personas que no pudieron entenderme.
Hay canciones que no logran cautivarme
y hay otras que pueden hacerme volar
y miradas que a veces me enamoran...
hubo noches que no quise despertarme,
enemigos tengo que me pueden odiar
y amigos que al contrario, me adoran.
Hay sueños que huyeron de mi mente,
pesadillas que desde ya quiero olvidar,
maneras distintas que aprendí de vivir,
guardo un corazón que todavía siente
y una almohada que si no le quiero contar,
seguro esta noche no me dejará dormir.
Conozco un cura que me pide que confiese
y un monaguillo que lo ayuda y quiere escuchar
pues ambos se imaginan con morbo mis pecados.
Tal vez mi pecado mayor sería justamente ése,
que un día me ponga yo de pronto a confesar
actos que ni siquiera por mí han sido censurados.
Tengo mi vida y con eso ya tengo bastante,
tengo mucha salud que es mi mayor riqueza
y el amor también y logro siempre retenerlo,
he sido novio, esposo, amigo y hasta amante,
tengo alegría y también a veces tristeza...
y si tengo que llorar, no me importa hacerlo.
Soy pues lo que soy, así como todos me ven,
enamorado, rebelde, en ocasiones impredecible,
a una mujer puedo darle o robarle un beso...
la vida en ocasiones me marea con su vaivén,
pero por más que algo me parezca imposible
sé que siempre podré hacer un poema de eso.