Es en su capricho, insondable realidad,
que la vida nos va mostrando,
a veces con más dolor que calor
que seguimos vivos,
y que aún somos dueños
del aire que cabe en nuestras manos.
Que somos señores y esclavos
de una misma pasión;
héroes y villanos en la porfía
que ocultan los silencios;
actores de pasados en escenas
que nunca nos pertenecieron;
protagonistas de presentes
que nos arrastran,
como hordas impertinentes de fanáticos
a los que sólo se les escucha
con la sangre helada, el semblante enmudecido
y los huesos crujiendo por lo que está por llegar.
A veces la vida, en su callado devenir,
va marcando los caminos a seguir;
aquellos momentos donde solitarios
y abrazados a lo que somos,
vamos sintiendo la vida…
esa que se nos sigue concediendo.
(Jpellicer)