¿ Y ahora te sorprendes…?
Montañas con sed, secadas
Árboles en llamas, brisa desolada
Ríos sin agua, sed para mañana
Corazón exaltado, fuego en la falda.
Naturaleza que se daña
por no saber vivir en su tierra
dejando que toda sustancia se pierda
y entre desiertos dejamos su alma.
No es más que lastimar nuestro futuro
cultivando guerras y un tiempo duro
abrazando un aire contaminado
bebiendo los desechos de un paraíso consumado.
Arruinamos todo lo que tocamos
con esas manos de cristales envenenados
sin saber sembrar la paz que se nos había enseñado
para nutrir de vida cada poro de esta tierra.
Culpables de la destrucción
de este mundo lleno de ilusión
que poco a poco se va apagando
para quedarnos entre nubes volando
Seremos semilla en el viento
que vuela sin detenimiento
albergando recuerdos
de un ayer íntegro
y cuerdo