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Un fragmento de mi mente,
es el que quiere sed y el agua a mi desierto
y es la envidia de la flor marchita
y venenosa que se nutre del sudor
de la tierra bondadosa que puja
los rocíos en las noches más oscuras.
Otra parte más considerable,
es la que te inventa incesantemente,
y es la envidia de mis manos
agotadas por el cobre y la madera
de una larga canción pintada
entre paredes blancas de una jaula;
que tratan de escapar y decir,
que en vez de monte quiero tu cabello
y el lazo de papel que en él se envuelve.
Pero… el fragmento tuyo de mi mente
es el que jamás se cansa, es el que nunca duerme,
y aun, cuando el resto, muy inofensivos con tus ojos sueñan,
el está pensando en ti, como la mayor parte de siempre.
Este fragmento tuyo de mi mente
es el galileo que te inventa,
con el mismo afán, que sería verte.
este fragmento es muy pequeño
es el país nuevo, una colonia
¿Sin límites?, aun no conozco su extensión.
Son rocío los fragmentos de mi mente,
pero…ese fragmento tuyo,
es el que no se cansa, y mientras los otros
sueñan, con tan solo un roce con tu pelo…
El piensa en ti, y es mi regalo al despertar.
Managua, 2009