Versos que acompañan el cantar de una guitarra sola
Tenue melodía bajo el umbral de mi alcoba
Sabanas vacías, áridas horas
Apago un cigarrillo,
y su imagen acude sin demora.
Bastantes contradicciones abruman la memoria
Cálidas mañanas con retratos esquivos
Andenes y arrabio, bosques y navíos
Fuiste cenital entre tantos desvaríos
Fuiste albor sin limitaciones
Dudo, quizás, si tal vez o nunca
Sabré quitar la tinta con la que escribiste mi vida
Perpetua, endeble, eterna, altiva
Serás tinta indeleble, memoria lasciva
Y tras las cortinas de delgada brisa
La silueta que endulza el alba sin prisa
Aparecerá atiborrada, virginal y viperina,
Y el libido permitirá la tregua calcina
Dos almas se fundirán en una noche divina.