Reconozco en esta tarde
el contorno de tu aliento semidistante,
y en este silencio a secas,
tu sombra
refugio de mi tacto.
Es tarde
para intentar no descomponerme
en esta tinta que atrofia,
pero,
escribo para no nombrar tu boca
para no tañer a ciegas la ficción necesaria de tu recuerdo.
Empezare por deletrearle a tu sombra
mi silencio a solas.
Sucede que es tarde para fingirme triste.
(06/11/2011)