poetaovallino

DeclaraciĆ³n

Si no encontré la muerte fue porque te halle primero,

escondida entre castañas y olores de madero,

sumergida en el esbozo de una vida de misterios

oyendo versos, hablando a ciegos.

Te busco, te encuentro, te adivino,

y vuelves a la invisibilidad de lo descubierto.

Tesoro de jardín, lágrima de viento,

busco tu vida, en dónde la encuentro.

Si no encontré tristezas,

fue porque te hallé primero,

con piel de uva desnuda

y estrellas pardas en tu cielo.

Con sabor a vida, de copihue abierto,

con aroma a dicha  y color de besos.

Dónde estabas mujer, dónde existías.

En qué flora, en prosas o esculturas,

detrás de un ombligo, en abreviaturas.

Dime mujer dónde dormías.

Y de existir mujer con tu fortuna pienso,

si serás de miel, de ternura, de ojos abiertos,

con mirada de laurel y sin hablarle pienso,

quiero tu día, tu noche, tu aspecto.

Bugues-(Poetaovallino).